En este momento estás viendo DPP 11 : Las personas Gestoras y Directivas cómo se forman y se homologan en gestión?
CREATOR: gd-jpeg v1.0 (using IJG JPEG v62), quality = 80

DPP 11 : Las personas Gestoras y Directivas cómo se forman y se homologan en gestión?

  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios
  • Tiempo de lectura:12 minutos de lectura

Es muy fácil.

Como digo, aunque parezca mentira, este asunto es el más fácil de solucionar de todos los planteados.

Sólo con citar dos nombres se puede ver que la solución es sencilla…., al menos en Euskadi:

  • IVAP
  • Euskalit.

EL IVAP.

En mi Hacienda Foral, cuando empezamos con el tema de la calidad, el primer gran cambio a implantar fue el de mejorar la formación.

El esquema que propusieron las personas responsables fue muy sencillo, tanto, que confieso que al principio me pareció casi imposible de llevar a la práctica, a pesar de la confianza que me inspiraban.

Consistió en esencia en dividir y agrupar a las personas en puestos de trabajo diferentes y establecer una formación obligatoria para cada uno.

No se creaban cursos cerrados, se generaban cursos a medida en base a unas necesidades recogidas de cada puesto de trabajo a través de unos «portavoces» que actuaban de representantes (sólo en materia de formación).

No intento aquí contar el sistema que utilizamos, lo que sí diré es que nos surgió un gran número de puestos de trabajo diferentes (más de 100) que complicó, como es lógico, la gestión de grupos, profesores, material y locales.

No recuerdo el nivel de contacto que en ese momento teníamos con el Instituto Vasco Administración Pública (IVAP), pero sí sé que fue nuestra salvación organizativa.

En continua comunicación con los responsables de formación, se encargaban de contactar o buscar el profesorado (en gran medida personas del propio departamento), de elaborar y facilitar el material necesario, de fijar fechas, de reservar salas y locales, en una palabra, de toda la infraestructura necesaria.

Si estamos hablando que nos solucionó la organización de la formación de cientos de personas y decenas de grupos diferentes,

¿Cómo no va a ser fácil para el IVAP capacitar en gestión a unas decenas de personal agrupadas en 4 niveles formativos?

Euskalit.

Ye he citado a Euskalit en varias ocasiones y , de cara a lo que estamos hablando, capacitarnos en gestión, aporta dos herramientas que, para mí, son fundamentales por lo muy implantadas que, al menos hace unos años, estaban en Euskadi:

No creo que haga falta inventar la rueda cada vez que queremos movernos.

En cuanto al modelo de gestión, si es válido, como me imagino que igual que muchos otros, y está muy extendido en Euskadi, parece lógico utilizarlo.

En cuanto a participar en el club de evaluadores, evaluando empresas de verdad que normalmente tienen técnicas de gestión avanzadas de las que aprender, y pudiendo contrastar tus conocimientos teóricos del modelo de gestión con la realidad, decir que es difícil imaginar un instrumento de capacitación mejor.

El propio Euskalit, a través de los informes de las evaluaciones de los/las senior, va controlando el nivel de conocimientos de los evaluadores y les va progresivamente dando más responsabilidades en los equipos de evaluación hasta llegar, si procede y se le ve capacitado, al nivel de senior o responsable del equipo evaluador.

Entonces, ¿cómo organizar la formación en gestión?

Yo creo que no hace falta ser un lince para imaginar cómo organizar la formación y las prácticas entre las dos instituciones, que además, mantienen (o mantenían cuando yo trabajaba) una profunda relación.

El IVAP estuvo implicado en el modelo EFQM y en el club de evaluadores y formó parte de QEPEA el club que coordinaba Euskalit con las administraciones públicas que trabajaban en calidad.

Así que tranquilamente dejaría en sus manos la organización de la formación, tanto para el sector de la administración general, como la de gestores de sanidad y de educación, ya que hay muchas referencias de los tres sistemas.

Homologación de competencias gestoras.

Aparecen aquí otros de los actores fundamentales de esta película, los servicios centrales de personal o departamentos de función pública.

A ellos les correspondería el papel de conseguir una gestión profesionalizada, actuando, tanto en la capacitación de las personas gestoras, como en asegurarse de su capacidad.

Hablaré de su papel protagonista a la hora de evaluar a los niveles gestores, pero en lo que nos ocupa ahora le correspondería a función pública el definir al IVAP dos cuestiones:

  • Los diferentes niveles competenciales que deben existir y los planes de formación para la adquisición de las competencias de cada uno de ellos.
  • Cómo homologar los niveles competenciales a través de procesos internos de evaluación o examen a las personas que ya poseen el nivel competencial anterior.

En conclusión, una vez que función pública defina las competencias exigibles a cada nivel, me parece lo más realista que la homologación la realice el IVAP porque ofrece suficiente garantía de objetividad y porque además sería de utilidad para toda la administración vasca (Gobierno, Diputaciones y Ayuntamientos).

El hecho de que el IVAP fuera el referencial común de todas las administraciones vascas para homologar las competencias de gestión de los diferentes niveles facilitaría además el trasvase de directivos y gestores entre ellas, circunstancia que citaba como muy positiva en una entrada anterior.

¿Y las competencias Directivas?

Las competencias Directivas no serían más que el nivel superior de la formación en competencias gestoras que se establezca y que al igual que en los niveles anteriores habrán de homologarse ante el IVAP.

En cuanto a la experiencia que se debe adquirir en Euskalit, pienso que para acceder a niveles directivos sería exigible realizar varias evaluaciones como Senior para poder obtener la homologación consiguiente.

No nos olvidemos de que , según mi idea, ambas homologaciones darían acceso a formar parte del selecto grupo de «elegibles» para ocupar los puestos Directivos.

¿Cómo evaluar?

Nos toca ahora adentrarnos en la parte más controvertida del problema, de cómo evaluar el éxito o el fracaso de una persona gestora.

Es decir, cómo evaluamos si una persona que aspira a subir de nivel en su carrera profesional, ha tenido éxito en su nivel de gestión actual.

A eso dedicaré la siguiente entrada.

Deja una respuesta