Altos Cargos o Cargos Políticos o Cargos Públicos.
Voy a detenerme un poco ahora en los Altos Cargos o Cargos Políticos o Cargos Públicos, es decir aquellas personas nombradas para liderar las diferentes áreas de las administraciones públicas.
Como decía en otra entrada, los Altos Cargos de una institución son el equipo de gobierno de la misma y por tanto los que marcan la ESTRATEGIA que se va a llevar en un período concreto que normalmente es una legislatura.
Permitidme que me centre ahora, a modo de ejemplo, en un caso particular: el de los y las concejalas de un ayuntamiento, que son «altos cargos» elegidos por el partido por el que se presentan para marcar el rumbo de la población a la que pertenecen.
Es particular porque en función del tamaño de la población , de su experiencia y del puesto que ocupen en la lista pueden ser considerados Altos Cargos o «aprendices» de cargo público.
¿Los concejales y concejalas, carrera política o carrera de gestión?
Vaya por delante que, no sólo no me parece mal que ser concejal sea una forma de iniciar la carrera profesional de las personas que pretendan dedicarse a ser cargo público, a la política, me parece incluso una de las más correctas.

El problema es que, algunos de los concejales, incluso los que cabría considerar aprendices, lo que hacen no es sólo preparase para ocupar un cargo público en el futuro, sino que, además, ejercen en el presente de directivos de las diferentes áreas de su Ayuntamiento.
Se confunde por tanto la carrera política con la carrera profesional directiva.
No es lo mismo ser un cargo público que un directivo público.
No es lo mismo prepararse para ser cargo público que preparase para ser directivo público.
Además no es nada extraño que, después, una persona que haya sido concejal, acabe dirigiendo áreas de trabajo de una Diputación o del Gobierno Vasco.
Parece que si has sido concejal, sabes lo que es un presupuesto y cómo funciona la ley de contratación y el gasto público ya estás preparado o preparada para dirigir lo que sea y donde haga falta.
Debido a esta forma de actuar, he comprobado en propias carnes que, en el mundo de la administración pública, una de las escuelas principales para los actuales directivos incompetentes son los ayuntamientos.
El Ayuntamiento de mi pueblo.
Haciendo un poco de historia, como siempre que puedo, recuerdo que antes el ayuntamiento de mi pueblo era un poco desastre.
El concejal de Urbanismo era un maestro, el de Cultura era un administrativo , la de Hacienda era licenciada en Derecho, el de Educación era Periodista.
Como se ve, una demostración evidente de que todos valemos para todo.
Después perdieron las elecciones los que gobernaban y vinieron “los buenos”.

Cambió el panorama, radicalmente, no tenía nada que ver.
La concejala de Urbanismo era Bióloga, la de Hacienda era Licenciada en Derecho, el de Cultura era Periodista, la de Educación era Técnica Superior de Formación Profesional.
Por supuesto, como venían de ganar por primera vez las elecciones, experiencia no tenían mucha y para la mayoría era su primer trabajo en la administración, pero no se puede dudar que la cosa había mejorado sustancialmente.
Además, a diferencia de la etapa anterior en la que había dos familiares del alcalde, en este caso sólo había una de la alcaldesa.
¿No os lo creéis?
Hacéis bien por que es mentira…………. pero podía ser verdad, porque en este ámbito de la gestión da igual quien gobierne, rojos, azules o morados, todos ponen de concejales a quien les da la gana y ¡hala! a dirigir.
Y esto nos lleva al quid de la cuestión.
Y entonces ¿Qué papel deben cumplir las personas designadas para ocupar un cargo público?
¿Cuál es entonces el papel de todos los altos cargos públicos que constituyen el personal de confianza de las administraciones y cómo desempeñan su trabajo?.
Ya he comentado que yo considero cargos públicos a las Consejerías del Gobierno Vasco, los Diputados y Diputadas de las Diputaciones y las Concejalías en los Ayuntamientos.
Constituyen los equipos de gobierno de las instituciones y su función básica es saber interpretar las necesidades de la ciudadanía y trasladarlas hacia las instituciones que gobiernan para que éstas les den satisfacción.

Es decir, de cara a los aspectos de gestión que estamos comentando en esta entrada, tienen una doble y trascendente responsabilidad:
- Elaboran y persiguen unas estrategias y planes para el período legislativo y deciden y aprueban unos presupuestos y planes coherentes con ellos para cada año.
- Y trasladan a las áreas de la administración a su cargo las prioridades y estrategias derivadas de dichos planes y presupuestos.
Lógicamente esto no lo pueden hacer solos, necesitan ayuda de un equipo con experiencia y conocimientos que les ayude a elaborar esos planes y que asuman la gestión diaria y directa de la administración a su cargo, con lo que aparece otra importantísima responsabilidad de los cargos públicos:
- Nombrar el equipo directivo que va a ayudar a cada cargo público en las diferentes áreas de su competencia.

Es en esta cuestión donde centro esta categoría de mi blog , en cambiar el actual sistema de nombramiento para conseguir que estén al frente de la administración directivos y gestores competentes y capaces, tanto de participar junto a los cargos públicos en la elaboración de políticas y estrategias, como de llevar adelante los planes y presupuestos decididos.
Por eso defiendo que la persona directiva, de un ayuntamiento también, sea funcionaria, tenga competencias homologadas y experiencia previa exitosa en otros puestos directivos o gestores y que sea de la confianza del cargo público.
Continuando con el ejemplo de mi ayuntamiento, según mi idea, la alcaldía y las concejalías deciden que hay que hacer un puente, con qué presupuesto y, si me apuras hasta qué arquitecto lo diseña; pero de todo lo demás se encargarían los directivos funcionarios a los que ellos han nombrado y a los que, si no lo hacen bien, o no cumplen los planes o plazos, también cesarán.
Es decir, una cosa es ser Cargo Público responsable de una institución y otra ser directivo de la misma.