En este momento estás viendo Educación 2 : ¿El alumnado de la escuela pública se adapta peor al inicio de curso?

Educación 2 : ¿El alumnado de la escuela pública se adapta peor al inicio de curso?

  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios
  • Tiempo de lectura:6 minutos de lectura

Cuando eres aitite o amama hay unas fechas en las que sabes que no puedes viajar.

Son varias al cabo del año pero destacan sobre las demás los finales e inicios de curso y los diferentes horarios de adaptación y de comedor.

Cuando son varios y varias los nietos y nietas y encima van a diferentes centros las cosas se pueden complicar mucho.

Dejando aparte los inicios de comedores diferentes en cada centro, lo que más perplejidad nos causa son los períodos de adaptación y la cantidad de veces que ahora necesitan adaptarse.

Resulta que ahora una gran cantidad de bebés van desde los 11 meses a una Haurreskola y se tiran adaptándose al inicio de curso hasta los 9 ó 10 años.

Este año, por casualidad, me ha tocado comparar el período de adaptación de una personita de 11 meses en una Haurreskola y de otra de 2 años en una escuela pública.

El período de adaptación.

Yo pensaba que el período de adaptación a una haurreskola sería más dilatado que el de una escuela pública (la mayoría de los niños y niñas de 2 años ha pasado por la haurreskola) pero no, al menos en la escuela objeto de esta entrada.

La de la Haurreskola ha comenzado a ir el 7 de setiembre, va a tener varios días de 2 horas, otros de 3 y el día 20 horario normal de mañana y tarde.

La de 2 años comenzó en una escuela pública creo que también el día 7, asistiendo varios días ½ hora (½ hora sí, yo creía que me había equivocado) luego otros días de ¾ de hora (sí ¾ de hora) y así todo el mes de setiembre para comenzar horario normal en octubre.

Traducido, el personal de haurreskola que tiene que atender sí o sí de forma individual a cada niña o niño necesita menos período de adaptación que el personal de la escuela que atiende a los de 2 años que es , en muchos casos, el tercero que se adaptan.

No me he equivocado cuando digo que el personal de haurreskola necesita menos período de adaptación que el de la escuela, porque me parece que , al menos en el caso de la escuela citada, se trata de eso, de que el profesorado se adapte «poquito a poco» a la vuelta al trabajo.

Y eso sin contar con que el personal de las haurreskolas tiene la mitad de las vacaciones que el de las escuelas.

¿Y cómo se concilia con este panorama?

Para la mayoría está claro, tirando de amamas y aitites. En las paradas de autobuses escolares podéis ver a la mayoría.

Comentando con un aita al que el próximo año su retoño tendría ese período de adaptación, me decía que tiene previsto cogerse un mes sin sueldo para afrontar la situación.

Al comentarle que eso en todos los trabajos no es fácil de hacer, me comentó, claro, que él era también funcionario de educación.

Preocupado por la problemática que me podría volver a afectar en el futuro lo contrasté con otro aitite de un crío de 2 años que va a un centro concertado (una ikastola) y me sorprendió que para el día 14 ya tenía horario completo y hasta comedor.

Me acaban de anunciar según escribía la entrada, que otro nieto de 9 años necesita todo setiembre con clases sólo de mañana para adaptarse y empezar octubre ya con horario normal. Pobre. Otra alarma en el teléfono para que no se me olvide ir a buscarle.

¿Pensamos que estas cosas no influyen en la elección de centro, que cualquiera puede disponer de ayuda para afrontar esos horarios?

¿Estamos hablando de la calidad de la educación o de la comodidad de los funcionarios y funcionarias?

¿Esto es la «autonomía de centro» o el departamento de educación debería regularlo?

¿Estas cosas se hablan en el Pacto de Educación?

Deja una respuesta